Los dominicales británicos de calidad están en crisis pese a ofrecer cifras de venta espectaculares: entre todos, 12 millones de ejemplares a la semana. Ahora bien, en un solo año han perdido un 2,4% de mercado, cifra incluso superior a la de los diarios, que están en un 1,5%.
Lo cierto es que ni su buena acogida en el quiosco, ni los índices de lectura que se le atribuyen (70 minutos para los dominicales, 40 para los diarios), parecen retener a la publicidad, cada vez más reacia. Según Le Monde, por estas causas; el tirón de internet, la explosión del ocio y del shopping en domingo, y las ediciones sabatinas de los diarios, con contenidos muy similares.
El caso más emblemático es, quizá, el de The Observer, el dominical más viejo del mundo (fue fundado en 1791). Sus ventas han subido: 470.000 ejemplares en septiembre, frente a los 436.000 de dos años atrás. Pero también sus pérdidas: el equivalente a 22,9 millones de euros en el ejercicio 2006-07. A consecuencia de ello, la empresa editora, Guardian News & Media, propietaria también del diario The Guardian, ha decidido reunir bajo un mismo techo las redacciones de ambos periódicos, así como las de sus respectivas ediciones digitales.

Desde el punto de vista del negocio puede que sea la decisión acertada. Editorialmente, quizá no tanto. The Guardian es de izquierda; The Observer, de centro-derecha, y los ciberespacios, neutrales. La solución de unificar sólo las secciones de Deportes, Negocios e Internacional, y de respetar las de Nacional y Opinión en cada medio, hace pronosticar una difícil convivencia. Por lo pronto, el director de The Observer, Roger Alton, ha dimitido (hay que señalar, sin embargo, que Alton trabajó antes para el Guardian).
Ramón Salaverría, comentando el caso, al que califica de 'reestructuración salvaje', escribe en su blog: "Salvando las distancias, sería algo parecido a que el grupo Planeta decidiera unificar las redacciones de La Razón y el catalán Avui".
En los restantes dominicales de calidad la situación no llega a tales extremos. Pero hay pérdidas y, consecuentemente, reestructuraciones. Así sucede en The Sunday Telegraph (644.000 ejemplares de venta) y en The Independent on Sunday (213.000). Hasta ahora sólo se salva The Sunday Times (1.200.000), propiedad de Rupert Murdoch, cuya cartera publicitaria, al contrario que la de su competencia, permite financiar el déficit del periódico.
El futuro de los periódicos no depende tanto del número de lectores como de la publicidad.