Paul Bradshaw, profesor de Periodismo Digital en la Escuela de Medios de Comunicación de la Universidad de Birmigham (Reino Unido), cree que la prensa local está evolucionando, pero no con la suficiente rapidez. Y hace críticas a diestro y siniestro.
A los empresarios les reprocha timidez en las inversiones y limitarse a experimentar. A los periodistas, no percatarse de las potencialidades del digital. "Para la mayoría de los periodistas", escribe Bradshaw, "internet no pasa de ser todavía una prolongación de la biblioteca o las agencias de noticias; un lugar para buscar información sobre una historia o para localizar fuentes, del que luego se van."
Según él, es así, en parte por la brecha existente entre los 'nativos digitales' (los redactores de base) y los 'inmigrantes digitales' (o sea, los jefes). Pero sobre todo —y esto es lo difícil de entender—, porque para la mayoría de los periodistas la web es todavía un 'canal' y no un lugar en donde poner cosas (de ahí que el vídeo despegase tan rápidamente), un producto y no un servicio.
La conclusión de Bradshaw es esta: "Cada acción de un periodista digital —hacer comentarios, bloguear, crear redes, twittear, publicar en You Tube— es un acto de distribución. No entenderlo así hace que las grandes historias no se lean tanto como debieran serlo, o como era de esperar".
Roy Greenslade, al comentar esta nota, dice en su blog que los empresarios están invirtiendo más en instalaciones vistosas y equipos técnicos que en periodistas, y que eso es un error.
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